De Almería a Adra


Desde Almería al mediodía con poco viento y de proa como viene siendo la norma desde hace días, mar plano que nos obliga a ir a motor pero nos permite disfrutar del paisaje.

      



Decidimos izar velas y poner a ceñir a Cinnabar por más que el camino se hiciera más largo. Así que disfrutamos todo el día navegando sobre un mar plano y con suficiente viento para sacar el máximo rendimiento del barco.



Cae la noche y divisamos la silueta de una pequeña motora cerca de nosotros, no se veía ninguna luz, no se oía ningún ruido. Será un efecto óptico? Sí, sí, me lo habré imaginado. Bueno, pon el radar por si acaso... Afirmativo, una pequeña mancha se mantiene a la mura de estribor a apenas a una milla del barco, mantienen la distancia y nos rodean. LA GUARDIA CIVIL!!! Pánico entre la tripulación. Revisamos que todo esté bien cuando nos damos cuenta de que llevamos la luz de estribor fundida, la sustituimos a turnos aguandando el plástico verde con un frontal, parece que funciona. Después de una hora que se hizo eterna la mancha en el radar desaparece por la popa. Lástima, Nas ha tirado todos nuestros fardos por la borda..jejeje Suerte que por estos lares nunca falta de nada.

Ya en Adra, un pequeño pueblo de Almería fronterizo con Granada, y después de ser expulsados del Real Club Náutico (y eso llevando izada y ondeando la rojigualda), nos abarloamos a un puerto con aspecto semiabandonado, amarrados entre excrementos de gaviota intentando pisar las menos posibles.

Ahora sí, a cenar "con miedo" al bar "El Timón" aconsejados por el segurata, éste algo más amable que el anterior y con acierto, buen pescado y bien cocinado.

Ahora toca esperar que cambie el viento y nos permita avanzar hasta Gibraltar. Esperemos que sea el día 2 de madrugada.






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