Martinique - Guadalupe

Después de poner rumbo a Guadalupe nos despedimos de Sta Anne, dónde hemos estado muy a gusto y llevando una vida prácticamente normal durante los dos meses de confinamiento.

Inicialmente parecía que estar tanto tiempo parados se nos haría una eternidad y un infierno, que uno de los dos tiraría el otro por la borda, pero finalmente ha sido bastante productivo. Hemos nadado, buceado, perseguido cangrejos y langostas, ninguno ha sido comido, hemos tenido visitas de tortugas casi a diario, también alguna barracuda que nos ha hecho salir del agua, hemos paseado por senderos solitarios y sobretodo aprovechado para hacerle un buen mantenimiento al Cinnabar y dejarlo apunto para la travesía de vuelta.

El confinamiento ha impedido que visitáramos otras partes del Caribe, pero nos ha permitido estar en comunidad con los otros barcos fondeados en Sta Anne, entre ellos también españoles, con los que hemos podido disfrutar de algunas paseadas, vermuts y puestas de sol clandestinas con la tripulación del Intrépido ( https://intrepidoexperience.com/ ) y del Pasión Ibiza.

Iniciamos así el retorno a casa, aún pero, haremos una parada en Guadalupe para descansar y desde dónde iniciaremos el cruce del Atlántico de oeste a este vía Azores.

Al fondo Sainte Anne y la despensa de fruta llena